Hacer bien la dieta sin gluten es todo un reto. Saber que el tratamiento de tu enfermedad depende única y exclusivamente de ti y de tu fuerza de voluntad es una gran responsabilidad que tienen los pacientes celiacos.

A veces, vemos pacientes con enfermedad celiaca que no mejoran o incluso empeoran, y la causa más frecuente de ello es que no están haciendo bien la dieta. Algunos lo hacen aposta y se saltan la dieta, pero la mayoría de las veces no son conscientes y están tomando gluten en su día a día sin saberlo.

El gluten es un conjunto de proteínas que se encuentran en cereales:

  • Trigo
  • Cebada
  • Centeno
  • Variedades de avena, pero en menor medida

Cuando el gluten llega al intestino del celiaco, es reconocido por sus células y se desencadena una reacción autoinmune, que hace que su cuerpo genere anticuerpos contra sí mismo y ataquen el intestino, inflamándolo y atrofiándolo. Esto llevará a una serie de síntomas intestinales:

  • Diarreas
  • Vómitos
  • Gases
  • Dolor de tripa

También provocará otros síntomas. Por ejemplo:

  • Malnutrición
  • Anemia, por déficit de hierro
  • Osteoporosis, por falta de calcio
  • Alteraciones neurológicas
  • Dermatitis
  • Defectos del esmalte dental
  • Aftas orales

Pero si el gluten no llega al intestino, no sucederá nada de esto, ya que las células del paciente permanecerán tranquilas.

¿Cómo podemos saber si un paciente está comiendo gluten, ya sea queriendo o sin querer?

Existen dos opciones:

  1. Realizar una analítica de sangre con anticuerpos de enfermedad celiaca (anticuerpos de tipo IgA antigliadina, antitransglutaminasa, antiendomisio y antipéptidos deaminados de gliadina). Si estos están altos son una indicación indirecta de que algo no estamos haciendo bien, ya que el cuerpo está detectando gluten y haciendo anticuerpos. El único problema de estas pruebas es, además de que el paciente debe acudir al médico y pincharse la analítica, que hay pacientes celiacos que nunca llegan a elevar anticuerpos en sangre, por lo que en ellos no podemos monitorizar la adherencia a la dieta sin gluten así. Otro problema es que una vez negativizados los anticuerpos en los pacientes que sí los elevan, a veces, pequeñas cantidades de gluten no son suficientes para positivizarlos, pero sí para causar daño intestinal y complicaciones a largo plazo.
  2. Test para la detección de fragmentos de gluten en heces y orina, los cuales reconocen el GIP (gluten inmunogenic peptides), que son pequeños fragmentos de gluten, resistentes a la digestión gastrointestinal y capaces de generar respuesta inmunológica en el celiaco. En el caso de la orina, nos permiten detectar si hemos comido gluten desde horas hasta el día antes; y, en el caso de las heces, desde dos días hasta una semana antes. Ya están disponibles en algunos hospitales. Si lo quieres conseguir y hacerlo en casa, puedes encontrarlos en servicios de análisis clínicos, en algunas farmacias y online. Por ejemplo en: http://www.sensafarma.es/es/Catálogo/ÓPTICA-Y-OTROS/OTROS/APARATOS-DE-DIAGNÓSTICO/GLUTEN-DETECT-ORINA-12-TEST-BIOMEDAL/p/186329

El único tratamiento efectivo para la enfermedad celiaca es el cumplimiento de una dieta sin gluten estricta de por vida. Hacerla bien garantizará no solo que el paciente permanezca sin síntomas, sino que, además, evite el daño intestinal y sus complicaciones.