Con la llegada del verano aumenta el número de consultas de pacientes que se notan más hinchados de lo normal o con el vientre muy abultado. Sucede con más intensidad en verano porque los vasos sanguíneos se vasodilatan para liberar el calor acumulado y parte del líquido que contienen se escapa al espacio intercelular ocupando un espacio y dando lugar a un aspecto más hinchado de lo normal.

LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS ES MÁS FRECUENTE EN LAS MUJERES POR LOS CAMBIOS HORMONALES

Y aunque esta situación es frecuente tanto en hombres como en mujeres, debido a las diferencias hormonales que existen entre ambos géneros, el problema tiende a ser más acusado en las mujeres. Y es que, entre las situaciones que pueden desencadenar este abomen “efecto globo” se encuentran la menstruación y sus días previos (la progesterona aumenta sus niveles en este período y hace retener más líquidos), ingesta de medicamentos como los antiinflamatorios o los anticonceptivos (estos últimos debido a los estrógenos) o la menopausia, que tiene asociada un descenso de los niveles sanguíneos de estrógenos y un incremento del riesgo de edema.

SOFÁ , COCHE Y HAMBURGUESAS, LA MEZCLA PERFECTA PARA RETENER LÍQUIDOS

Entre los otros factores que determinan el acúmulo de líquido y que son comunes en ambos sexos, se encontraría: el sedentarismo. Cada vez pasamos más tiempo sentados (trabajando, en los desplazamientos en vehículos, durante el tiempo de ocio) y dedicando menos tiempo a realizar actividad física o deporte. Los líquidos que recorren nuestro cuerpo, la sangre y el sistema linfático, tienden a acumularse en las piernas y en el abdomen cuando no nos movemos ya que  necesitan de nuestro movimiento para poder circular correctamente. Si a esto le añadimos una alimentación desequilibrada, basada muchas veces en comida rápida y ningún control sobre lo que ingerimos, obtenemos la combinación perfecta para desencadenar la temida retención líquidos y el efecto abdomen hinchado. Así, las dietas ricas en azúcares refinados, grasas saturadas y alimentos precocinados , favorecen el acumulo de líquido en nuestro organismo para compensar el exceso azúcar y sal que se van acumulando en el torrente sanguíneo procedente de dicha alimentación.

EXISTEN DETERMINADAS ENFERMEDADES QUE SE MANIFIESTAN CON LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

Ahora bien, es fundamental diferenciar si el acúmulo de líquidos que tenemos es debido solamente al sedentarismo, a nuestras hormonas o una alimentación desequilibrada o si por el contrario es debido a un problema de salud mucho más grave que ha pasado desapercibido.

LA DIFICULTAD PARA RESPIRAR O LA PERSISTENCIA DE LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS  CON EL REPOSO DEBE SER VALORARDA POR EL MÉDICO

Por ejemplo, si la hinchazón de piernas, tobillos o manos no desparece al tumbarnos y mantener las piernas en alto, esto podría ser debido a un problema renal que haya pasado desapercibido. Cuando la causa es cardiológica, la cara aparece congestionada y se tiene dificultad para respirar, especialmente al estar tumbados. En el caso del hipotiroidismo, se produce una retención de líquidos de manera generalizada siendo señales de alarma la piel seca y fría, el abultamiento del cuello o la caída del cabello. Una manera rápida de valorar la gravedad del asunto consiste en presionar con un dedo el dorso del pie. Si al levantar el dedo la piel sube rápidamente, no tenemos retención. Pero si tarda varios minutos en recuperarse se podría tratar de un problema más serio.

EXISTE SAL “ENCUBIERTA” EN LAS PASTILLAS  PARA SOPAS, EMBUTIDOS O SALSAS PREPARADAS

Salvo que la causa de la hinchazón sea debida a una enfermedad en concreto que requiera un tratamiento determinado, la combinación de una dieta saludable con la práctica de ejercicio físico con regularidad, puede ayudar a mejorar bastante el problema. En primer lugar se debe reducir el consumo de sal (sodio) a menos de 2 g al día ya que este mineral favorece el acúmulo de líquidos. Y no solamente el que añadimos en las comidas, sino evitar todos los alimentos en los que se encuentra “escondido” pero en cantidades muy abundantes como en los embutidos, precocinados, salchichas, snacks o caldos preparados.

CONSUMIR  SANDÍA Y MELÓN TRES VECES AL DÍA  CON ACELGAS Y ESPÁRRAGOS EN COMIDA Y CENA AYUDAN A DISMINUIR  LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

Y por el contrario, potenciar el consumo de alimentos ricos en magnesio o potasio que son minerales beneficiosos para ayudar a mantener el equilibrio de los líquidos corporales. El potasio se encuentra en frutas y verduras (remolacha, acelgas, sandía, tomates, plátanos) y el magnesio lo podemos obtener de los cereales integrales e incluso suplementos como el germen de trigo. Os recomiendo incluir todos días  estos alimentos en vuestro menú diario, que deberá contener tanto verduras como proteínas en comida y cena.

ES MEJOR CENAR UN FILETE DE PESCADO (PROTEÍNA) QUE SÓLO VERDURA O FRUTA PARA EVITAR LA RETENCIÓN

De esta manera nos aseguramos que se mantiene el equilibrio hídrico y se evita la retención de líquidos ya que las dietas bajas en proteínas predisponen al acúmulo de líquidos y la retención.

FINALIZA LAS COMIDAS CON UN ZUMO NATURAL DE NARANJA O SANDÍA  Y TOMA INFUSIONES ENTRE HORAS PARA POTENCIAR LA ELIMINACIÓN DE LOS  LÍQUIDOS CORPORALES

El exceso de líquidos que acumulamos a lo largo del día va siendo eliminado de nuestro organismo por medio del sudor y de la orina. Una manera de ayudar al riñón en la tarea de la diuresis sería el  incluir en la alimentación diaria la toma de  “diuréticos naturales”; beber 2-3 infusiones al día de diente de león, cola de caballo o té verde, priorizar verduras como los espárragos, alcachofas, apio o el tomate así como consumir tres veces al día frutas muy diuréticas como la piña, la sandía, la pera y los cítricos en general (limón, naranja, mandarina) son una buena ayuda para llegar al final de la jornada  con una sensación menos pesada. Pero para que todas estas medidas sean eficaces,  deben  estar  incluidas  en el contexto de una dieta equilibrada, sin azúcares refinados o grasas saturadas y reduciendo al máximo el consumo de alcohol al día, además de combinarlas con la práctica de ejercicio físico regular. Caminar a paso rápido a diario, nadar o montar en bicicleta, activan nuestro sistema circulatorio y linfático ayudando a nuestros líquidos corporales a circular mejor y evitando su estancamiento en las zonas de declive .

BREVES PASEOS O EJERCICIOS SENCILLOS CON LAS PIERNAS CUANDO ESTAMOS MUCHO TIEMPOSENTADOS, ACTIVAN EL SISTEMA CIRCULATORIO Y PREVIENEN LA RETENCIÓN

Además, cuando se pasan muchas horas sentados, también es muy recomendable  incorporarse cada hora y media / 2 h y dar un breve paseo o movilizar las piernas mediante ejercicios sencillos. De la misma manera, si pasamos mucho tiempo de pie sería conveniente sentarnos cada cierto tiempo y mantener las piernas en alto, al menos durante 5 minutos durante la jornada. La finalidad es evitar el estancamiento de nuestro torrente circulatorio en las zonas de declive, para evitar la aparición de edemas o hinchazón en las piernas y tobillos al terminar el día . Dormir con las piernas en alto sobre una pequeña almohada también favorece el retorno venoso y puede minimizar el comenzar el día siguiente con la cara congestionada y edemas en los párpados.

Así, dieta sana, hidratarnos correctamente y movernos cada 2 h son los cimientos básicos para un vientre 10 este verano.