hipoglucemia

No todos los medicamentos empleados en el tratamiento de la diabetes producen hipoglucemia

A lo largo de este post quería ayudaros a identificar, prevenir y tratar las hipoglucemias verdaderas o, lo que es lo mismo,  cifras de glucosa en sangre menores de 70 mg/dl y que, salvo contadas excepciones, son propias de pacientes diabéticos con medicación.

Entre los fármacos que los diabéticos utilizan y que potencialmente pueden producir hipoglucemia, se encontraría:

  • Insulina, cuya finalidad es introducir el azúcar de la sangre en el interior de las células
  • Tratamiento con antidiabéticos orales, como las Sulfonilureas.
  • El resto de fármacos, como la Metformina, por sí solos no producen hipoglucemia, pero combinados con Insulina o con otros antidiabéticos que sí bajan el azúcar podrían precipitar un descenso brusco de la glucosa en la sangre.

Sueño intenso, pérdida de concentración, confusión… Deben alertar a un paciente sobre una posible hipoglucemia

Los episodios de hipoglucemia son muy fáciles de identificar y difíciles de olvidar: sudoración, nerviosismo, inestabilidad, mareos, hambre, confusión, palpitaciones… El paciente tiene que estar alerta en el momento de empezar a tenerlos porque nos dan una pista de que los niveles de glucosa están empezando a bajar en sangre y que  tenemos que actuar rápidamente, aunque siempre sabiendo que los síntomas varían de una persona a otra y que cada paciente tiene que aprender a identificar sus propios síntomas. En el momento en el que los presenta, se debe medir la glucemia para verificar que los síntomas se corresponden con una glucosa <70 mg/dl y mejoran al elevar el azúcar en sangre.

El mejor tratamiento para la hipoglucemia sería evitarla y, para ello, tenemos que tener claras las causas que la pueden desencadenar.

Tomar por error más pastillas de antidiabéticos orales de las pautadas puede producir una hipoglucemia. Cuidado con las personas mayores

  • Exceso de medicación: la hipoglucemia puede ser consecuencia de ello. Esto sería poco frecuente en el caso de los antidiabéticos orales que, generalmente, se toman en una cantidad establecida; pero en el caso de la Insulina, sí cabe la posibilidad de administrar una dosis superior a la debida. Además, administrarla en el músculo en vez de en el tejido subcutáneo, potenciaría su efecto y su capacidad reductora del azúcar en la sangre.
  • Dieta variada y equilibrada: un paciente diabético tiene que intentar que su dieta sea variada y equlibrada, y que no le falte ningún nutriente, aunque de algunos alimentos, como los hidratos de carbono, tenga que comer menos cantidad.

Un diabético no tiene que quitar de su dieta la pasta o el arroz, solo tiene que comer menos cantidad

Comer excesivamente pocos hidratos de carbono en las comidas o espaciar demasiado tiempo las ingestas entre ellas podría precipitar una hipogluemia que si, además, se combina con un ejercicio físico excesivo también es carne de cañón para poder precipitar una bajada de glucosa en la sangre. Se debe hacer ejercicio, pero el adecuado para cada persona y con control.

Si, pese a tomar todas las medidas preventivas necesarias, se tuviera un episodio de hipoglucemia, estas serían las pautas que deberíamos seguir:

  • Seguir la regla del 15: consumir 15 g de azúcar (1 cucharada de miel, medio vaso de zumo azucarado, geles específicos de farmacia, 2 cucharadas de pasas, incluso un par de caramelos) y repetir la medida del azúcar a los 15 minutos. Si sigue baja, volver a tomar la misma cantidad de azúcar, y si la glucemia ya es superior a 70, se deben tomar hidratos de carbono de liberación lenta, que ayudarán a que el azúcar se mantenga más tiempo estable en la sangre. Un ejemplo serían 15 g de pan integral o 3 galletas integrales tipo María.
  • Si no se puede tomar azúcar por vía oral, el glucagón inyectable suple esa función: no se debe olvidar que todo paciente diabético tiene que tener, al menos, un envase de glucagón inyectable en casa y en el trabajo, para poder aumentar rápidamente la glucosa en sangre si ha perdido el conocimiento y no puede hacerlo por la vía oral. El mejor tratamiento en todo caso será mantener una relación estrecha con el endocrino y aprender a regular la insulina o la medicación oral si fuera necesario, en función del de actividad física, ritmo de vida o enfermedades que nos acompañan..