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En esta entrada voy a hablar del tema de moda durante las últimas semanas… el CORONAVIRUS y voy a intentar transmitir un poco de CALMA Y TRANQUILIDAD ante todo el alarmismo sin sentido que se está produciendo en la población general y en los medios de comunicación.

Los coronavirus forman parte de una gran familia de virus que pueden afectar tanto a animales como a personas y que producen infecciones respiratorias. Entre los coronavirus que afectan a humanos destacan algunos tan comunes como el del resfriado común hasta otros más mediáticos como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto recientemente en Wuhan (China) y nos acompaña a diario y de forma recurrente en telediarios y periódicos durante todas las últimas semanas ha sido bautizado como el coronavirus COVID-19.

Cómo os pido en el título del post, no hay que tenerle miedo porque en la mayoría de las personas adultas y sanas es asintomático o produce síntomas leves como fiebre, cansancio y tos seca. En algunos casos también puede asociar malestar general, mucosidad, dolor de garganta o diarrea. Hasta el 97 % de personas se curan sin secuelas. En personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas asociadas puede desarrollarse una enfermedad más grave con dificultad respiratoria e incluso la muerte (menos del 1 % en países de nuestro entorno). El período de incubación se estima entre 1 y 14 días, aunque en general se sitúa en alrededor de 5 días.

El contagio se produce por contacto con otra persona que esté infectada por el virus mediante pequeñas gotas que salen de la boca o nariz cuando la persona infectada tose o respira y otra persona las exhala (a una distancia máxima de 1 metro). Si estas gotas se depositan sobre objetos y/o superficies que rodean a la persona (pueden sobrevivir desde unas pocas horas hasta varios días según las condiciones), se puede transmitir el virus a otra persona si entra en contacto con estos objetos o superficies y luego posteriormente la persona se toca ojos, nariz o boca.

Para protegerte de un posible contagio y evitar la propagación de la enfermedad hay que seguir una serie de medidas muy básicas:
  • Lávate las manos frecuentemente usando agua y jabón (no es necesaria una solución hidroalcohólica).
  • No te acerques a menos de 1 metro de una persona que tosa o estornude.
  • Si toses o estornudas cúbrete la boca y nariz con antebrazo o codo (nunca con la mano) o con un pañuelo desechable y evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.
  • La mascarilla NO es necesaria en personas que no presenten síntomas respiratorios como tos o estornudos y no sirven de nada al aire libre ni en lugares sin transmisión local como prevención. Sí es necesaria para los profesionales sanitarios en un entorno hospitalario.
  • No hay ningún alimento ni bebida que proteja frente al coronavirus. Una alimentación saludable es siempre recomendable.
  • Si tienes síntomas leves, no salgas de casa, para no colapsar los centros sanitarios y poner en riesgo a otros pacientes. Ante cualquier duda, contacta de forma telefónica con las autoridades sanitarias locales.
  • En caso de dificultad respiratoria o síntomas graves, acude a un centro sanitario.

La transmisibilidad del virus es alta, pero la probabilidad de contraer el COVID-19 depende del lugar en el que vivas (es mayor en zonas como China que concentra el 95 % de los casos, mientras que en el resto de lugares es más baja, aunque hay que mantenerse informado porque están aumentando los casos en varios países). También depende de los lugares a los que hayas viajado o puedas viajar de forma reciente (es más probable la transmisión en lugares donde ya se hayan producido casos).

En caso de sospecha, el diagnóstico se realiza de forma precoz según criterios epidemiológicos y clínicos, aislamiento de los pacientes y estudio del virus.

En el momento actual, pese a que se está investigando, NO existe vacuna ni un tratamiento específico por lo que el manejo que se hace en caso de enfermedad es de tratamiento de los síntomas. Los antibióticos NO son eficaces contra NINGÚN virus, solo sirven para infecciones bacterianas.

Por todo ello, NO HAY QUE ALARMARSE ANTE ESTE VIRUS, ya que en el momento actual en la mayoría de regiones el riesgo de contraer la enfermedad es actualmente bajo y, en caso de contagio, en la mayoría de adultos sanos los síntomas son inexistentes o muy leves (similares a los de un catarro común o gripe) con una letalidad muy baja.

Antes de entrar en pánico, CONTRASTA SIEMPRE que la INFORMACIÓN consultada en las redes sobre el virus haya sido realizada por un profesional sanitario acreditado o por instituciones oficiales. La información de esta entrada sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).