Como médico de familia, otra parte fundamental de mi trabajo es saber cómo actuar ante urgencias y emergencias, pero desgraciadamente en muchas ocasiones, los profesionales sanitarios no solemos estar en el momento inicial en el que se producen este tipo de situaciones que pueden ser de extrema gravedad para el paciente.

Por ello, en esta entrada y en las próximas entradas del blog, te voy a enseñar cómo realizar primeros auxilios, que consisten en las primeras medidas de atención que se prestan a una persona en caso de accidente o enfermedad repentina en el lugar del suceso hasta que llega el personal sanitario entrenado y se hace cargo de la situación, o antes de ser trasladado a un centro sanitario, en caso de que fuera necesario.

Puesto que el derecho a la vida, a la salud y a la integridad física es un derecho que todos tenemos el deber de proteger, y en la mayoría de los países existe una obligación legal de socorrer, es muy importante tener unas nociones básicas sobre primeros auxilios para saber cómo actuar si te encuentras en esta situación.

El objetivo de esta atención inicial que suponen los primeros auxilios es evitar que las lesiones que presenta la víctima empeoren y así mantener fuera de peligro a la persona accidentada o enferma.

Existen gran variedad de situaciones que te puedes encontrar durante tu día a día que requieren realización de primeros auxilios como cualquier tipo de accidente que produzca lesiones como heridas, hemorragias, traumatismos, quemaduras, atragantamientos, intoxicaciones o bien enfermedades pulmonares, neurológicas o cardiovasculares que produzcan síntomas graves y repentinos como pérdida de conciencia, convulsiones, infarto o parada cardiorrespiratoria, entre otros.

Es importante que sepas reconocer la potencial gravedad de estos accidentes o enfermedades y conocer cómo actuar de forma correcta y eficaz, ya que el estado y la evolución de las lesiones derivadas pueden depender de la rapidez y calidad de los primeros auxilios recibidos in situ durante esta primera asistencia. Pese a esto, no hay que olvidar que, si la persona que atiende estas situaciones en el momento inicial no es personal sanitario, los primeros auxilios estarán limitados a los conocimientos de esa persona que los aplica, sin que estos pretendan reemplazar la atención sanitaria si esta estuviera indicada.

La actuación general en los primeros auxilios debe estar basada siempre en la conducta P.A.S:

  • “P” roteger: a uno mismo, a la víctima y a los que te rodean.

Para ello debes asegurarte de que la zona es segura y así evitarás accidentes. Recuerda siempre que “héroes muertos no salvan vidas” y a la hora de actuar ante una urgencia o emergencia es de vital importancia garantizar tu propia seguridad y la de los que te rodean.

  • “A” lertar: a los servicios sanitarios ante situaciones graves.

Tienes que llamar al número de teléfono de emergencias que varía según la zona geográfica en la que te encuentres (112 en Europa o 911 en América) y facilitar la información básica sobre el suceso (lugar, número de víctimas, estado y tipo de lesiones que presentan) y sobre la persona que alerta (nombre y teléfono).

  • “S” ocorrer: a la víctima hasta la llegada del personal sanitario entrenado.

En casos graves las posibilidades de supervivencia pueden disminuir sin la realización de unos primeros auxilios adecuados. Es fundamental mantener siempre la calma y tranquilizar a la víctima. No debes moverla nunca excepto que exista un peligro inminente y que ponga en riesgo su vida. Para socorrer lo primero que debes hacer es acercarte a la víctima y comprobar el nivel de conciencia zarandeando a la víctima por los hombros y gritándole al mismo tiempo si se encuentra bien.

  • Si te responde: Dejarla en la misma posición, descubrir qué ha pasado y ver si puedes ayudar. Esperar siempre al lado de la víctima hasta que se resuelva la situación, llegue el personal sanitario o se traslade a un centro si fuera necesario.
  • Si no te responde: tienes que abrir la vía área con la maniobra frente – mentón (coloca una mano en la frente y con 2 dedos de la otra mano tira de su mandíbula hacia arriba) y en un máximo de 10 segundos intenta valorar si su respiración es normal: mirando (si el pecho presenta algún movimiento), escuchando (posibles ruidos respiratorios) y sintiendo (en tu cara el aire que sale de sus pulmones):

– Si respira con normalidad: colocar en Posición Lateral de Seguridad. Con esta posición evitas que la persona se pueda ahogar en caso de vómitos o disminución del tono de la lengua. En este caso habría que buscar lesiones o causa de la inconsciencia y seguir reevaluando la respiración de forma periódica hasta la llegada del personal sanitario.

– Si no respira o presenta una respiración anormal (respiración irregular, ruidosa, agónica o con boqueos) la persona está en parada cardio-respiratoria y tendrías que realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

En las próximas entradas del blog te explicaré cómo actuar de forma específica tanto en las paradas cardiorrespiratorias con las maniobras de RCP básica como en el resto de situaciones de urgencia y emergencia que te puedes encontrar y que también requieren primeros auxilios.