Efectivamente, el estrabismo puede ocasionar lo que llamamos “posiciones compensadoras de la cabeza”. Son posturas anómalas de la cabeza que el paciente adopta, generalmente, para evitar la visión doble, alejarse de la zona de mayor estrabismo o por señales del ojo a los centros nerviosos.
El siguiente niño levantaba mucho la barbilla para mirar a lo lejos por un estrabismo que era mayor cuando miraba hacia arriba. Lógicamente, como al mirar hacia arriba aparece más estrabismo, el niño mira hacia abajo y eso hace que eleve la barbilla (TORTÍCOLIS VERTICAL). Algunos de estos niños son operados del cuello cuando su problema está en los ojos, de ahí que sea importante siempre una evaluación oftalmológica previa.
En este otro caso, el niño inclina la cabeza sobre el hombro izquierdo (TORTÍCOLIS TORSIONAL) debido a una alteración congénita en el ojo derecho, que está situado más alto que el izquierdo.
A veces, estos pacientes se descubren en la edad adulta. Este paciente se ha mantenido durante 40 años con un estrabismo compensado por un giro de la cabeza y presentaba la cabeza inclinada sobre el hombro derecho (foto superior). En la foto intermedia se ve que es la posición en la que los ojos están más desviados (ojo izquierdo hacia arriba), mientras que en la foto inferior al menos hay una menor desviación.
El siguiente paciente presentaba una desviación del ojo derecho hacia fuera y la cabeza inclinada hacia el hombro derecho (foto superior). Tras la cirugía, se aprecia la corrección de ambas (foto inferior). La zona lateral de ambos ojos está todavía roja por la cirugía reciente. Además, el mismo día de la foto se retiraron algunos puntos de la conjuntiva.
En definitiva, es importante tener en la mente que el estrabismo no es solo “estar bizco”. Hay otros problemas que pueden asociarse, que necesitan tratamiento y que pueden solucionarse.