Hola a tod@s,

En la entrada de este mes voy a salirme de mi esquema habitual en el que hablo de problemas de salud frecuentes en Atención Primaria y voy a contaros sobre la experiencia de voluntariado que he vivido en estas 2 primeras semanas del mes de Agosto con la ONG “Pour un Sourire d’Enfant (PSE) – Por la Sonrisa de un niño (PSN) ”, organización con la que he podido colaborar gracias al apoyo de la Fundación de la Universidad Camilo José Cela (UCJC).

La medicina de familia es una especialidad muy amplia que no solo te permite tener conocimientos para poder trabajar en un centro de salud, una urgencia hospitalaria, un centro  de atención rural o una ambulancia; si no que también te posibilita poder salir al extranjero a realizar labores de cooperación internacional.

PSE realiza su acción social en Camboya, donde cuenta con diferentes centros, principalmente educativos, situados en las principales provincias del país. Consta de ocho filiales a lo largo del mundo, cuyos propósitos son: generar conciencia sobre la situación de Camboya y buscar financiación para los diferentes programas que tienen como misión sacar a los niños de la extrema miseria en Camboya, conduciéndoles hacia un oficio cualificado, digno y correctamente remunerado. La visión de PSE es un futuro en el que cada niño reciba una educación de la máxima calidad para que contribuya a la construcción de un mundo sostenible y mejor.

Todos los veranos, más de 200 jóvenes voluntarios viajan a Camboya a tomar parte en una iniciativa desafiante y trascendente, que tiene como propósito continuar con la educación, nutrición y cuidado que PSE ofrece durante todo el año. Así, el Programa de Continuidad Escolar —llevado a cabo, desde hace casi quince años, cada mes de agosto— ha demostrado ser una herramienta eficaz para el desarrollo temporal mantenido de los programas educativos, de cuidado y protección desarrollados por PSE a lo largo del año. Este programa evita que los niños y niñas vuelvan a los basureros en su periodo de vacaciones y, al mismo tiempo, previenen el abandono escolar. Estos voluntarios proceden de España, Francia y Reino Unido principalmente, los cuales van al proyecto como monitores, coordinadores, dentistas o miembros del equipo médico para realizar gran variedad de actividades.

En el mes de Mayo desde la Facultad de Educación y Salud de la UCJC aceptamos el reto de formar a estos voluntarios en diversos temas sanitarios, desde como mantenerse sano y cuidar su salud durante su voluntariado hasta como realizar primeros auxilios y actuar ante una emergencia. Se desarrolló un programa de formación semipresencial, donde los voluntarios pudieron estudiar diferente material didáctico específico on-line para misiones de voluntariado en el extranjero junto con una sesión presencial teórico-práctica en la UCJC, donde se reforzaron y practicaron los temas más importantes y se resolvieron las principales dudas de los voluntarios. Y este reto lo hemos completado viajando a Camboya, durante este mes de Agosto, dos profesores de la Facultad de Salud y Educación (ambos médicos de familia) y dos estudiantes del grado de Enfermería para velar por la salud de los voluntarios sobre el terreno. Durante nuestro día a día en el proyecto hemos atendido patología típica de zonas tropicales junto con otros problemas de salud comunes en la consulta de Atención Primaria. Esta atención a los voluntarios la estamos completando con el registro de motivos de consulta para poder conocer la prevalencia de enfermedades presentes en los voluntarios durante este Programa de continuidad escolar.

La medicina de familia permite realizar labores de cooperación internacional, lo cuento aquí: Click Para Twittear

Además de cuidar la salud de los 203 voluntarios de PSE en Camboya (a los que hemos atendido presencialmente tanto desde la sede central del proyecto en Phnom Penh y desde Siem Reap como de forma telemática con otra sedes más lejanas de PSE como Sihanoukville), hemos colaborado con el equipo médico local atendiendo niños camboyanos en la clínica y acudiendo a diferentes campamentos para valorar la Salud de estos niños. También hemos ayudado al equipo médico formado por estudiantes de medicina a preparar juegos y charlas de promoción para la salud que se imparten a estos niños y niñas.

Está experiencia, aunque ha resultado extenuante porque ha supuesto más de 12 horas de trabajo diario, ha sido muy positiva en todos los sentidos porque no sólo hemos podido tener la oportunidad de conocer la maravillosa labor que desarrolla PSE en Camboya sino que hemos podido colaborar con este excepcional equipo humano de voluntarios que además de haber sido muchos de ellos pacientes y compañeros, se han convertido también en amigos.

Para acabar quiero animar a todos los que leáis esta entrada para intentar tener experiencias de voluntariado, ya que existen muchos proyectos en los que se puede participar desde cualquier ámbito (la mayoría de voluntarios que pertenecían a este programa de Continuidad escolar son no sanitarios y han desarrollado una gran variedad de actividades). Así, con vuestro  esfuerzo e ilusión, aunque parezca pequeño e insignificante, ayudáis a hacer del mundo un lugar mejor y crecéis como personas, puesto que el conocer culturas y personas diferentes nos abre la mente y nos da otra visión más amplia de cómo hacer las cosas.

Todo esto se puede sintetizar en dos grandes frases que deberíamos siempre tener presentes: “Tú debes de ser el cambio que deseas ver en el mundo” (Gandhi) y “Todo lo que no se da, se pierde” (Proverbio indio).