La corrección de la desviación de los ojos puede ser tratada mediante gafas pero, cuando persiste a pesar de la graduación, es necesario iniciar otros tratamientos. Existen varias opciones, entre las que se encuentran unas gafas especiales que se llaman prismas, los ejercicios musculares, la toxina botulínica y la cirugía.

En algunas situaciones, la cirugía representa el tratamiento ideal. Pero puede presentar complicaciones que posteriormente se detallarán. 

DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO:

El primer punto que se debe aclarar es que se trata de una cirugía que se efectúa por fuera del ojo. El cirujano no penetra dentro del ojo.

Básicamente, lo que hacemos es debilitar y/o reforzar los músculos que mueven el ojo en las distintas posiciones de la mirada. El número de músculos que debemos operar depende del tipo de estrabismo y de la desviación.

Otro punto importante es que, en muchos casos, a pesar de que el ojo que se desvía es siempre el mismo, se pueden operar músculos de los dos ojos.

En niños es preciso realizar la cirugía mediante anestesia general, pues hasta los 9-10 años la colaboración impide aplicarla localmente con gotas, como sucede en los adultos. Sin embargo, aún en estos casos, se realiza ambulatoriamente, de tal forma que a las pocas horas el paciente puede salir de la clínica. Además, los riesgos anestésicos le serán explicados por un anestesista.

¿QUÉ DEBO ESPERAR DE LA CIRUGÍA?

La cirugía puede mejorar:

  • Problema estético.
  • Problema del giro de la cabeza, si aparece.
  • La cooperación entre los ojos, pero no mejora la visión porque para ello son necesarios otros tratamientos.

En el postoperatorio, probablemente, sea necesario tapar alternativamente uno y otro ojo para evitar el ojo vago (en los niños) y la visión doble (en los niños y los adultos). La pauta de oclusión será instaurada por su oftalmólogo en función de cada caso. 

¿QUÉ COMPLICACIONES PUEDE HABER EN LA CIRUGÍA?

Además de los efectos no deseados citados previamente, encontramos diversas complicaciones:

  1. Intraoperatorias: dolor, mareo, pérdida o rotación muscular, hemorragias, perforaciones esclerales durante la sutura (según las estadísticas científicas, estas microperforaciones ocurren en el 1% al 10% de las cirugías) o dificultad para el aislamiento de los músculos en reintervenciones.
  2. Postoperatorias:
  • Hipo e hipercorrecciones: este resultado estético no satisfactorio ocurre en el 10-20% de las cirugías. El estrabismo postoperatorio puede ocurrir tanto inmediatamente tras la cirugía como sobrevenir meses o años después. Muchos de estos casos requieren una nueva cirugía y, en ciertos casos, más de una reoperación. La mayoría son el resultado inevitable de la variabilidad de respuesta entre los pacientes a pesar de un tratamiento correcto, aunque también puede obedecer a un desplazamiento muscular postoperatorio.
  • Infección interna del ojo (endoftalmitis): es una complicación muy poco frecuente, pero cuando ocurre puede provocar la pérdida de la visión del ojo, a pesar de aplicarse un tratamiento precoz y correcto. La frecuencia es menor a 1 caso de cada 10.000 cirugías. Puede ocurrir sin que se produzca una perforación de la pared ocular (esclera) durante la cirugía y es excepcional que esté vinculada a la llamada “infección de quirófano” o “infección hospitalaria”.
  • Alteración grave de la circulación del ojo (isquemia del segmento anterior del ojo): complicación muy grave y muy poco frecuente (1 caso de cada 10.000). Entre sus causas están el número de músculos vecinos de un ojo que son desinsertados del ojo y cierta insuficiencia circulatoria de un ojo en particular. Puede llevar a la pérdida de la visión, a pesar de un tratamiento oportuno y correcto.
  • Tras la cirugía, los estrabismos paralíticos y restrictivos pueden seguir manifestando visión doble en algunas posiciones de mirada.
  • Otras complicaciones: hemorragias subconjuntivales (por encima de la esclera, que es la zona blanca del ojo), adherencias tenonianas, quistes conjuntivales, granulomas conjuntivales, prolapso de cápsula de Tenon, desprendimiento de retina, cicatriz retráctil, infecciones (raras), dehiscencia de suturas, queratitis marginal, limitaciones en los movimientos oculares, tortícolis, infecciones como la celulitis orbitaria, visión doble postoperatoria y, a veces, puede quedar un párpado más alto o más bajo.

Estas complicaciones se resuelven con tratamiento médico (medicamentos, sueros…)  o sin él, pero pueden llegar a requerir intervención, en algunos casos de urgencia. 

Ningún procedimiento invasivo está absolutamente exento de riesgos importantes, incluyendo el de mortalidad, si bien esta posibilidad es muy infrecuente. De cualquier forma, si ocurriera una complicación, debe saber que todos los medios técnicos del centro están disponibles para intentar solucionarlo.

¿QUÉ OCURRE SI NO SE OPERA EL ESTRABISMO?

Si el estrabismo de un niño no es operado en el momento oportuno, se perderá la oportunidad de lograr una mejor cooperación entre ambos ojos. Además, el problema estético de un niño con estrabismo puede tener influencia en lo psicológico y en su vida de relación. La desviación puede permanecer estable, aumentar o disminuir, aunque esta última es la menos frecuente.

Hay que ser consciente de que la práctica de la Medicina no es una ciencia exacta y que, a pesar de que el cirujano informe adecuadamente del resultado deseado de la operación, no se puede garantizar la obtención de dicho resultado.

 

Foto 1: Paciente con desviación de los ojos hacia fuera, tanto si mira con el ojo derecho como con el izquierdo.

 

Foto 2: Tras la cirugía sobre ambos ojos, el paciente presenta un mejor aspecto estético aunque sigue mirando con un ojo o con el otro.

 

Foto 3: Paciente con una parálisis de la movilidad del ojo izquierdo hacia fuera con visión doble en todas las posiciones y desviación del ojo izquierdo hacia dentro. En la foto inferior se aprecia el resultado después de la cirugía sobre el ojo izquierdo.

 

Muchos de los pacientes con estrabismo tienen gafas y es importante ver la influencia de esta en la desviación. Hay pacientes que desvían el ojo sin gafas y que no lo hacen con gafas, por lo que no son candidatos a cirugía de estrabismo porque es la gafa la que resuelve el problema.