Muchos pacientes me comentan en consulta que se pasan la vida a dieta, engordando y adelgazando. Y es que somos bastante reacios a asumir que la clave para evitar los vaivenes de peso está en seguir una dieta equilibrada todos los días de la semana y no solamente cuando estemos a dieta.
Comer sano debería ser nuestra forma de vida y no solamente un trámite cuando estamos a dieta.
Esto no es siempre posible y muchas veces nos veremos en situaciones y compromisos, o simplemente por apetencia personal, en que nos saltemos la dieta sana, pero el resto de días y con un poco de ganas y fuerza de voluntad se puede conseguir.
Comer equilibrado nos aporta muchos beneficios, no solamente mantenernos en nuestro peso y estar a gusto con nosotros mismos, también prevención de enfermedades , digestiones más ligeras y mejor descanso, aumento de la energía y la productividad…
Una alimentación equilibrada mejora el estado de ánimo y los niveles de energía.
¿Qué pautas básicas debe seguir una dieta equilibrada?
En primer lugar tenemos que empezar a comer los alimentos lo menos elaborados posibles y, salvando las distancias, como si cocináramos en el campo y no tuviéramos conservantes, frituras, rebozados; aunque sí podemos cocinarlos con una moderada cantidad de aceite de oliva (plancha, cocido, vapor…).
Debemos consumir los alimentos lo menos procesados posible. Click Para TwittearTambién hay que intentar comer siempre más pescado que carne, procurando que al menos 3 veces por semana el pescado sea azul.
Muchos pacientes me cuentan que cuando llegan a casa por la noche se relajan y arrasan con la nevera. Es lógico, muchos a penas han hecho 2 comidas al día. Para evitarlo tenemos que ir haciendo pequeñas ingestas de comida a lo largo del día, al menos 4 antes de la cena.
Comer un huevo cocido o jamón a media mañana ayuda a controlar la ansiedad por la noche.
Así se recomienda comer alimentos ricos en proteínas a media mañana (huevo cocido, jamón ibérico) ya que se ha visto que disminuyen la ansiedad por la comida, tanto a la hora de la comida como en la cena, más que si comiéramos una manzana.
Otra regla. No abusar ni retirar los cereales y las legumbres de la dieta. Tomarlos al menos 4 veces por semana y combinados con verduras y proteína (ensalada de pasta y pollo, garbanzos con espinacas y bacalao). Nos aportan vitaminas que fortalecen el sistema nervioso, controlan la ansiedad y proporcionan energía. Y las verduras en comida y cena (evitaremos el estreñimiento).
Engorda lo mismo una manzana antes de la comida que después de cenar.
¡Y no olvides la fruta! 2-3 piezas día, incluso de postre en la cena. Las calorías van a ser las mismas por la mañana en ayunas que después de cenar.
Vamos poniendo en práctica estos consejos ¡pero aún queda mucho por aprender!