Síndrome de ovario poliquístico (SOP) no es sinónimo de quistes en los ovarios
En primer lugar, aclarar que el síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una enfermedad endocrino-metabólica, que no se caracteriza solo por la presencia de quistes en los ovarios, sino que, para establecer su diagnóstico, es necesario que la paciente tenga una serie de criterios diagnósticos muy precisos:
- Hiperandrogenismo clínico y/o bioquímico
- Oligoanovulación (falta de ovulación o pocos ciclos ovulatorios)
- Y/o morfología poliquística de los ovarios en ecografía abdominal/transvaginal (presencia de quistes en los ovarios con unas características muy concretas).
Se necesitan varios signos y síntomas para establecer el diagnóstico de síndrome de ovario poliquístico
Se requieren un mínimo de dos de estos criterios para establecer el diagnóstico, no siendo necesaria la presencia de quistes en los ovarios para que la paciente sea diagnosticada de SOP.
El hiperandrogenismo se refiere tanto a la presencia de andrógenos elevados en una analítica de sangre pedida en un momento concreto del ciclo menstrual, como a presentar únicamente las manifestaciones clínicas del exceso de andrógenos (acné, caída del cabello y aumento del vello en zonas donde habitualmente tienen más pelo los hombres).
El acné se considera un signo de exceso de andrógenos cuando aparece o persiste después de cumplidos los 20 años, ya que su presencia durante la pubertad es casi universal y ello no implica la presencia de un hiperandrogenismo subyacente.
La caída del cabello o alopecia hiperandrogénica es poco frecuente en el SOP
La alopecia hiperandrogénica es otra manifestación clínica del exceso de andrógenos y puede acompañarse o no del exceso de vello corporal y del acné. No debe confundirse con la alopecia androgenética, que es el término que emplean los dermatólogos para describir la distribución de un tipo concreto de alopecia, pero que no implica la existencia de exceso de andrógenos.
No obstante, la alopecia hiperandrogénica es un síntoma/signo poco frecuente. Se caracteriza por la sustitución lenta y progresiva del pelo terminal del cuero cabelludo por pelo velloso, lo que conduce a una miniaturización o reducción del cabello hasta que, en estadios finales, es inaparente. Se presenta de manera difusa por la cabeza, pero destaca que respeta la línea frontotemporal, donde queda pelo.
El diagnóstico de SOP se realiza con análisis de sangre y una ecografía ginecológica
Una vez diagnosticada correctamente la enfermedad, el tratamiento de primera línea son los anticonceptivos orales, que son la medida más eficaz y que mejoran prácticamente todos los signos del hiperandrogenismo, sobre todo, el hirsutismo o aumento de vello.
El tratamiento de primera línea son los anticonceptivos orales, que logran su efecto máximo a los 2 años de su administración
Pero es importante saber que el efecto de los anticonceptivos no va a aparecer antes de los 6 meses de tratamiento, y que el pico máximo de eficacia se verá a los 2 años de tomar el fármaco, siempre que se tome de forma ininterrumpida, ya que, al suspenderlo, perderá el efecto logrado.
La toma de los anticonceptivos también consigue que las menstruaciones sean más regulares y menos abundantes, y disminuye el riesgo de la hiperplasia de endometrio cuando hay amenorrea (ausencia de regla).
Hay otros tratamientos también hormonales (antiandrógenos) que están indicados cuando la paciente tiene contraindicado tomar anticonceptivos, pero, para tomarlos, es fundamental que se garantice la anticoncepción por métodos seguros, ya que los antiandrógenos no impiden un embarazo y, en caso de producirse, habría riesgo de malformaciones sobre el feto.
El sobrepeso y la obesidad predisponen a la aparición de factores de riesgo cardiovasculares asociados al SOP
Otro punto importante del síndrome de ovario poliquístico (no presente en pacientes que únicamente presentan quistes en los ovarios) es el incremento de factores de riesgo cardiovascular.
Algunos de ellos, como el aumento de grosor de una de las capas de la arteria carótida, vienen determinados por la gravedad de la enfermedad (por el exceso de andrógenos).
Otros, como el síndrome metabólico (esto es presencia de colesterol HDL bajo, hipertensión arterial u obesidad abdominal, entre otros), la resistencia a la insulina o las anomalías en la regulación de la presión arterial, dependen, fundamentalmente, de la asociación del SOP con el sobrepeso, la obesidad y los hábitos de vida. Es decir:
Tener SOP y sobrepeso potencia considerablemente el riesgo de tener problemas cardiovasculares a largo plazo
Estas pacientes presentan también un riesgo aumentado de hígado graso y síndrome de apnea-hipoventilación, lo que, a su vez, es factor de riesgo para desarrollar problemas de colesterol y diabetes tipo 2.
Para controlar el SOP hay que combinar medicación con hábitos de vida saludable
De todo esto se concluye que tan importante es la toma de la medicación para normalizar el exceso de andrógenos y regularizar los ciclos menstruales, como llevar a cabo una alimentación equilibrada para mantener un peso adecuado o adelgazar en las pacientes que lo necesiten, así como practicar ejercicio físico con la mayor regularidad posible.
Así, por ejemplo, se ha demostrado que, en las mujeres que presentan resistencia a insulina, el control de niveles de insulina a través de la alimentación y/o medicamentos, incluso sin perder peso, puede ayudar a restaurar la función ovárica, los ciclos menstruales y la fertilidad. Es decir, que hay mujeres en las que el SOP es consecuencia del sobrepeso, de una mala alimentación y de la resistencia a la insulina y que, si esto se normaliza, pueden mejorar la enfermedad.
Si presentan sobrepeso y obesidad y adelgazan, los beneficios de perder peso incluirían:
- Disminución de la testosterona libre en plasma.
- Disminución de la concentración de la insulina en plasma y resistencia a la insulina.
- Mejora del hirsutismo, acné y alopecia.
- Regulación de los ciclos menstruales.
- Disminución de la tasa de abortos involuntarios.
Centrándonos en la parte nutricional del tratamiento del SOP…
¿Qué alimentos se recomienda tomar?
A continuación, os doy una serie de recomendaciones sobre los alimentos que se deben consumir, pero también sobre aquellos que hay que dejar en un segundo lugar si se tiene SOP.
1. Consumo de alimentos de baja carga glucémica (DAR PRIORIDAD)
El índice glucémico nos indica cuánto suben el azúcar en sangre los alimentos ricos en carbohidratos después de consumirlos. Los alimentos con un índice glucémico alto son fáciles de reconocer: están en las harinas refinadas o en alimentos altos en azúcar y elevan mucho el azúcar en sangre después de tomarlos.
El azúcar de los alimentos ricos en fibra, como harinas integrales, vegetales, y la mayoría de las frutas, se absorbe más lentamente, ayudando a evitar las elevaciones bruscas y altas de glucosa y, en consecuencia, de insulina.
Y el problema de que suba mucho el azúcar es que también lo hace la insulina, manteniéndose en el tiempo hasta que vuelve a valores normales, lo cual no es bueno, como hemos dicho, para el síndrome de ovario poliquístico.
Para obtener el índice glucémico de un alimento, se compara con la respuesta del pan blanco, que es de 100. Los alimentos con un índice menor a 55 se consideran como bajo índice glucémico; entre 55 y 70, mediano; y mayor a 70, alto.
Así que, resumiendo:
- Se deben EVITAR LOS ALIMENTOS DE ÍNDICE GLUCÉMICO ALTO: harinas refinadas (pasta, pan blanco, pizza, salsas, bollería industrial, tortillas de maíz y trigo, empanados y fritos).
- Se deben TOMAR ALIMENTOS DE ÍNDICE GLUCÉMICO BAJO: harinas integrales, cereales integrales (pan integral, copos de avena integrales), fruta (2-3 piezas al día, sobre todo, pera, mandarina, melocotón, manzana, frutos rojos), verduras y hortalizas (en comida y cena), 10-20 g de frutos secos (mejor día si se tiene sobrepeso), una cucharada sopera en comida y cena de semillas de lino o chía y legumbres cocidas o crudas con verduras (no hay que tenerles miedo; tomadas con moderación, no engordan; son muy saciantes, ricas en fibra y proteínas, y ayudan a regular los picos de insulina).
2. Consumo adecuado de proteína baja en grasa
Generalmente, las proteínas no elevan tanto los niveles de insulina como los hidratos de carbono. Son muy saciantes, por lo que ayudan a la pérdida de peso y de grasa y, al incluirlas en la comida combinadas con los hidratos de carbono, también ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre.
Se recomienda incluir en comida y cena una proteína baja en grasa, sin olvidar la proteína vegetal (como las legumbres, el tofu o la quinoa).
Son ejemplos de proteínas bajas en grasa:
- Huevo cocido
- Pescado: atún y caballa en agua o al natural
- Pollo y pavo sin piel
- Legumbres: guisantes, garbanzos, lentejas
- Quinoa
- Tofu
3. Incluir ácidos grasos Omega 3
Los ácidos grasos Omega 3 son altamente beneficiosos. Ayudan a elevar los niveles de colesterol bueno HDL y a bajar los triglicéridos, tienen un efecto cardioprotector, reducen la inflamación y bajan los niveles de insulina. Por tanto, son altamente recomendables en el SOP.
Os recomiendo por ello:
- No eliminar de la dieta el aceite de oliva, sino tomarlo con moderación (2 cucharadas soperas de aceite de oliva al día).
- Tomar pescado azul 3-4 veces por semana (atún al natural, sardinas a la plancha, salmón, caballa)
- Comer un puñadito de nueces todos los días.
Hay que acostumbrarse a organizar los menús para asegurarse de que se incluyen estos alimentos al menos 3-4 veces por semana o a diario, como es el caso del aceite de oliva o el puñadito de frutos secos.
4. Tomar verduras en comida o cena
Son la base de la dieta y deben consumirse en comida y cena. Aportan muchas vitaminas, minerales y antioxidantes y, al ser ricas en fibra, ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre, evitando los picos de insulina. Además, tienen pocas calorías y son muy saciantes, lo que las convierte en excelentes aliadas para ayudar a bajar de peso.
A diario, es mejor consumir las verduras con un bajo contenido en almidón (vegetales de hoja verde, pimientos, calabacín, pimientos, espinacas, berros), ya que el almidón tiene un índice glucémico más alto y puede subir más el azúcar en sangre (como pasa con la calabaza y la zanahoria, que es mejor tomarlas 2-3 veces por semana).
5. Evitar grasas no saludables
Las grasas no saludables son una fuente de calorías vacías, es decir, no aportan ningún nutriente y sí muchas calorías. Empeoran la resistencia a la insulina y su alto nivel calórico contribuye al aumento de peso, muy perjudicial en pacientes con SOP.
Ejemplos de grasas trans e hidrogenadas:
- Bollería industrial (magdalenas, donuts, croissants).
- Otros dulces como galletas y barritas de cereales.
- Salsas preparadas y sopas de sobre (aquellas que puedes encontrar deshidratadas en el supermercado).
- Palomitas: sobre todo, las que ya están preparadas para meterlas al microondas.
- Helados y margarinas
- Snacks y aperitivos, como las patatas fritas de bolsa, frutos secos fritos o con miel.
- Platos precocinados y congelados como canelones, empanadillas, pastas y lasañas, pizzas
- Comida de la llamada “rápida” como hamburguesas, tacos, patatas fritas.
Y ejemplos de grasas saturadas:
- Lácteos enteros (leche y derivados), quesos, yogures enteros, natillas…
- Carne roja ultraprocesada: embutidos, paté..
- Aceite de coco
- Bollería industrial: galletas, donuts…
6. Evitar la cafeína
Algunas investigaciones han planteado que el consumo significativo de cafeína puede empeorar los síntomas del síndrome de ovario poliquístico, especialmente, los trastornos del ciclo menstrual (ausencia de ovulación/menstruación) y la infertilidad. Se recomienda reducir al mínimo su ingesta (1 café al día) o eliminarla por un tiempo o por completo para ver si en nuestro cuerpo ocurren cambios.
7. Evitar el alcohol
En caso de beber algo de alcohol, se recomienda beber un vaso solo de vino tinto, en lugar de otros licores.
8. Evitar alimentos procesados
Los alimentos procesados también se incluyen en el grupo de alimentos que debes evitar si tienes síndrome de ovario poliquístico. Los aditivos frecuentes, como productos químicos, conservantes y saborizantes artificiales que encontramos en los alimentos procesados aumentan la liberación de prostaglandinas, una hormona pro-inflamación que aumenta los niveles de insulina en el cuerpo y agrava los síntomas del SOP.
Por ello, se debe evitar el consumo regular de carnes ahumadas, embutidos, sopas instantáneas, patatas fritas, entre otros, ya que son ricos en estos aditivos y potenciadores del sabor. Su toma debe ser nula o muy excepcional.
9. Edulcorantes artificiales
Hay estudios que indican que pueden producir un aumento en los niveles de testosterona y estrógeno, lo que conduce a un agravamiento de los síntomas del síndrome de ovario poliquístico. E incluso se ha visto que algunos edulcorantes artificiales elevan los niveles de insulina debido a que son mucho más dulces que el azúcar.
Por tanto, no hay que fiarse de las llamadas magdalenas, galletas, mermeladas sin azúcar, porque su efecto sobre la insulina es igual o peor que los alimentos azucarados. Por ello, también se debe evitar la toma de refrescos light o zero, o limitarlos a una unidad el fin de semana.
La recomendación básica sería analizar nuestros hábitos de vida y acudir a un endocrino para que nos controle con análisis y nos indique el peso adecuado que deberíamos alcanzar.
Si no lo estamos haciendo ya, habría que comenzar a seguir una plan de vida más saludable, empezar a hacer ejercicio físico, organizarse los menús y desterrar e incluir los alimentos que os he planteado en estas recomendaciones básicas.
Debemos hacerlo siempre bajo el seguimiento médico que supervise que se hace todo como corresponde y complementado con la medicación que fuera necesaria en cada caso. Y nada de desmotivarse: un plan de vida saludable, ejercicio y dieta para mantener un peso adecuado supone un gran avance en la mejora de los síntomas de esta controlable enfermedad.